Lauaxeta es una cooperativa de familias, lo que supone como padres y madres, tener la posibilidad de participar más, no solo en el día a día y en lo académico, sino también en la gestión de la ikastola, puesto que en definitiva, son las familias las propietarias de la ikastola.
Siendo así, el viernes pasado, como cada año celebramos la Asamblea ordinaria de Cooperativistas, repasando los puntos del orden del día previstos y tomando decisiones de cara al futuro de Lauaxeta.
Como padres y madres buscamos lo mejor para ellas y ellos, nos apoyamos en profesionales con experiencia, pero nos gusta hacer un seguimiento también de cómo se están desarrollando según pasa el tiempo y participar en el proceso.
Que el centro educativo sea una cooperativa nos aporta precisamente la posibilidad de participar más, no solo en el día a día y en lo académico, sino también en la gestión de la ikastola, puesto que en definitiva, son las familias las propietarias de la ikastola.
Además, es importante sumar fuerzas en el mismo sentido y ser coherentes en nuestra actuación con respecto a nuestros hijos-as, tanto desde las familias como desde la ikastola.
La involucración de las familias en la educación tiene una influencia netamente positiva. Se trata de hacer notar un respaldo en casa sobre temas relativos a la ikastola y que en la ikastola se refuercen los valores que se transmiten desde el hogar. De hacer extensiva la familia a la ikastola y que eso les permita crecer sin inseguridades.
Las madres y padres que eligen una ikastola que es cooperativa lo hacen porque se preocupan por los valores y los conocimientos que se inculcan a sus hijos e hijas.
En la base de este modelo, las decisiones que se toman deben de ser también participativas. Por eso los cambios trascendentales no se deciden de manera unilateral por parte de la ikastola, sino que los titulares de la cooperativa participan en las decisiones.