Nuestros jóvenes agricultores han iniciado un proyecto muy especial: la creación de un semillero. ¿Y qué hace este proyecto tan emocionante?
Primero y ante todo, están construyendo su semillero con materiales reciclados. dando vida a algo nuevo a partir de elementos que pensábamos que ya habían cumplido su propósito. Esto, sin duda, les enseñará sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y encontrar nuevas formas de aprovechar lo que ya tenemos a nuestro alrededor.
Después de construir su semillero, los chicos y chicas escogerán juntos las semillas que desean plantar: zanahorias, cebollas, … dependiendo de qué tipo de plantas verán crecer. Este proceso no solo les enseña sobre la diversidad de la flora, sino también sobre la importancia de tomar decisiones en grupo y trabajar en equipo.
Luego viene la fase de cuidado, donde aprenderán sobre la paciencia y la dedicación. Al igual que en la vida, a veces las cosas toman tiempo. ¡Y qué mejor manera de aprender esto que a través de la maravilla de ver crecer una planta desde una diminuta semilla! Este proyecto les enseñará que la paciencia es clave, y que los frutos más dulces son los que se han obtenido con dedicación y cuidado.
Una vez que las plantas hayan germinado y estén listas para su próximo paso, ¡será momento de llevarlas a casa o plantarlas en la ikastola! Este acto final no solo les conecta con la naturaleza, sino que también les proporciona una valiosa lección sobre la responsabilidad y el cuidado continuo.
En resumen, este proyecto no solo es sobre sembrar semillas, sino también sobre sembrar conocimientos y valores en su experiencia vital. Estamos seguros de que esta experiencia será inolvidable y que aprenderán lecciones que durarán toda la vida.
¡Acompañemos a nuestros jardineros-as en esta emocionante aventura de crecimiento y descubrimiento!