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Sabemos lo valioso que es el tiempo que pasamos con nuestros hijos e hijas, pero hoy queremos hablaros de una experiencia enriquecedora que les puede traer numerosos beneficios.
En ocasiones, puede resultar difícil separarse de nuestros pequeños-as, incluso por un corto período de tiempo. Sin embargo, estas experiencias de convivencia supervisada pueden ser extremadamente beneficiosas para su desarrollo y crecimiento personal.
¿Qué les aporta exactamente?
- Independencia y autonomía: Pasar tiempo lejos de casa, pero con monitores de confianza, les ayuda a desarrollar habilidades de independencia y autonomía. Aprenden a cuidarse en un entorno seguro y a tomar decisiones responsables.
- Fortalecimiento de vínculos: La convivencia fuera de casa fomenta las relaciones interpersonales. Los niños y niñas se relacionan con otros niños de su edad, construyen amistades sólidas y desarrollan habilidades sociales esenciales.
- Aprendizaje experiencial: El monitorado diseña estas actividades para ser educativas y divertidas al mismo tiempo.
- Desconexión digital: En un mundo donde la tecnología domina nuestras vidas, estos fines de semana de convivencia ofrecen un descanso necesario de las pantallas y permiten que los niños-as se conecten con la naturaleza y el mundo real.
- Fomento de la confianza: Al superar desafíos y resolver problemas fuera de su entorno familiar, ganan confianza en sus habilidades y capacidades.
- Recuerdos inolvidables: Estas experiencias se quedan grabadas en la memoria de los niños para siempre. Los momentos compartidos, las risas y las aventuras crean recuerdos que atesorarán toda su vida.
- Tiempo para los aitas/ amas: Mientras ellos-as disfrutan de este tiempo de convivencia, aita y/o ama tienen la oportunidad de descansar y recargar energías y eso, ¡también es bueno!
- Sin más, os dejamos algunas imágenes.
Besarkada bana!