Desde muy temprana edad, se puede aprender la importancia de separar residuos, reutilizar materiales y reducir el consumo. ¿Lo más sorprendente? Lo hacen con entusiasmo, convirtiendo lo que para algunos puede ser una tarea en un hábito natural lleno de creatividad.
Cuando les damos herramientas y conocimientos, los txikis asumen el reciclaje como su responsabilidad. Ya sea colocando plásticos en el contenedor amarillo o reutilizando cajas para crear manualidades. Además, estas acciones no solo benefician al planeta, sino que también les enseñan valores como la responsabilidad, la empatía y el respeto por la naturaleza.
Los adultos podemos inspirarles, pero también tenemos mucho que aprender de su manera de ver el mundo. Dejemos que sean ellos quienes lideren el cambio, y acompañémoslos en este viaje hacia un futuro más verde y sostenible. 🌱
Reciclar es más que separar residuos: es cuidar el hogar que compartimos todos. Y nadie lo entiende mejor que los txikis.