¡Esta semana en 1º de la ESO hemos puesto a prueba las habilidades de nuestras y nuestros estudiantes con un Scape Room diseñado para fomentar el pensamiento computacional! Cuatro pruebas, cuatro códigos, cuatro llaves… y un algoritmo de solución que les permitiría acceder a la llave principal para abrir el cofre del tesoro.
Este escape room no solo ha sido una aventura emocionante, sino también una lección fundamental: en la vida real, no basta con respuestas rápidas, sino que es necesario reflexionar y aplicar lo que ya sabemos de forma lógica y eficiente. Cada paso en el juego les ha enseñado a descomponer problemas complejos en partes más sencillas, a identificar patrones, a trabajar con algoritmos básicos y a pensar de forma sistemática para encontrar la solución correcta.
Cada prueba planteaba un reto que requería trabajo en equipo, perseverancia y creatividad. No se trataba de solo encontrar la solución, sino de entender cómo llegar a ella. Las y los estudiantes han tenido que aplicar lo aprendido en clase de una forma práctica, desde la resolución de problemas lógicos hasta la secuenciación de instrucciones y la optimización de sus decisiones.
Al final, lo más importante no ha sido solo abrir el cofre, sino el aprendizaje que ha surgido de cada paso del proceso. Han desarrollado sus habilidades para pensar como programadores: estructurar ideas, seguir procesos y resolver problemas complejos sin perder la calma.
¿Conseguirán superar el reto la próxima vez con mayor facilidad? ¡Seguro que sí! La clave está en seguir fomentando la reflexión y la aplicación del conocimiento. ¡El pensamiento computacional les abrirá muchas puertas en el futuro!