En un mundo donde los mensajes rápidos y correos electrónicos dominan la comunicación, las y los estudiantes de 3º de primaria de Lauaxeta han decidido hacer algo diferente: redactar y enviar cartas escritas a mano a sus aitas, amas, aitites y amamas. En tiempos de inmediatez, donde un clic basta para enviar un mensaje, este gesto tiene un valor especial, lleno de cariño y dedicación.
Estas cartas no solo llevan palabras; llevan sus pensamientos, emociones y deseos. Este proyecto es una manera de recordar que, aunque la tecnología avanza y facilita la comunicación, una carta en papel tiene un valor emocional que no se puede replicar en la pantalla. Es una pequeña muestra de cómo lo tradicional y lo digital pueden convivir y complementarse, y de cómo cada gesto tiene su propio significado.
Gracias a estos gestos, las y los estudiantes aprenden que dedicar tiempo a algo especial puede tener un gran impacto en las personas que más quieren. Porque, al final, los detalles son los que crean recuerdos duraderos.