Dejar llorando a nuestro hijo o hija en la ikastola nos angustia como padres y madres. Es normal; son lo que más queremos y es normal también que llore.
¿Acaso a los adultos no nos cuesta dejar atrás las vacaciones y retomar las nuevas rutinas?
A continuación te ofrecemos algunas reflexiones en torno a este tema. ¿Quieres saber más?
No te alarmes en exceso si la adaptación resulta complicada al principio. Es saludable y probablemente significa que su vínculo contigo es muy fuerte. Sólo necesita tiempo para sentirse cómodo-a en la ikastola.
La clave está en la capacidad para vincularse a con su profesor-profesora. Poco a poco irá surgiendo de forma natural una relación de confianza sólida. Las figuras de apego subsidiarias tienen una gran importancia en el desarrollo socioafectivo de tu hijo o hija.
De hecho es emotivo ver la relación que con el tiempo desarrollan con su profesor o profesora y también lo es ver como al ir creciendo, año a año, siguen saludando con cariño a su primer profesor o profesora en la ikastola.
Sin extendernos más, te ofrecemos una lectura de interés en este sentido y te enviamos un abrazo también a ti en esta etapa, en la que también te desarrollarás y aprenderás cosas en el camino, como amatxu o aitatxu.
Aurrera!