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Hoy los y las más txikis de la ikastola han estado ensayando una coreografía especial. Pero más lo bonito que resulta verles, hay mucho más que aprender de esta experiencia. Aunque puede parecer solo un ejercicio de diversión, la coreografía es una valiosa oportunidad de aprendizaje para ellos-as. Echa un vistazo a todo lo que aprenden:
- Coordinación motora: Ensayar una coreografía implica moverse al ritmo de la música, lo que ayuda a desarrollar la coordinación motora gruesa. Desde balancearse y dar pasos al ritmo de la música hasta coordinar movimientos de brazos y piernas, esta actividad contribuye al desarrollo físico de los pequeños.
- Desarrollo del ritmo y la musicalidad: La música es una herramienta poderosa para desarrollar el sentido del ritmo y la musicalidad desde una edad temprana. Los niños y niñas aprenden a identificar y seguir el ritmo de la música, lo que es beneficioso para su desarrollo cognitivo y sensorial.
- Trabajo en equipo y socialización: Ensayar una coreografía también implica trabajar en equipo y aprender a coordinarse con los demás. Los niños-as aprenden a seguir instrucciones, a esperar su turno y a colaborar con sus compañeros-as, lo que fomenta habilidades sociales importantes desde una edad temprana.
- Autoexpresión y confianza: Bailar y actuar en una coreografía les brinda la oportunidad de expresarse de manera creativa y de ganar confianza. A medida que practican y perfeccionan la coreografía, se sienten más seguros-as de sus habilidades y se sienten orgullosos-as de su capacidad para realizar frente a una audiencia.
Y todo esto… no es solo aplicable a los txikis. Si te animas, seguro que más allá de diversión te aporta muchos beneficios también a ti. ¿Te animas?