Bajo el nombre de Lumalai, en Lauaxeta disponemos de un gallinero ecológico con gallinas que campan a sus anchas. Periódicamente, además de cuidar a las gallinas y el gallinero, los alumnos-as se encargan de la venta de los huevos ecológicos. Y, ¿qué aprenden gracias a esta experiencia?

Un gallinero puede ser una herramienta educativa valiosa para enseñar a los niños una variedad de lecciones importantes:

• Responsabilidad: Cuidar de las gallinas implica una rutina diaria de alimentación, agua fresca y recolección de huevos. Así, aprenden a ser responsables al encargarse de estas tareas.
• Conexión con la naturaleza: Pueden aprender sobre la vida en la granja y la interacción entre seres humanos y animales. Esto les ayuda a conectarse con la naturaleza y comprender de dónde provienen los alimentos.
• Ciclo de vida: Observar el ciclo de vida de las gallinas, desde la eclosión de los huevos hasta la vejez, brinda a los niños-as una comprensión más profunda de cómo funcionan los seres vivos.
• Sostenibilidad: Un gallinero puede enseñar a los niños-as sobre la sostenibilidad, ya que pueden aprender cómo reciclar restos de alimentos como parte de la alimentación de las gallinas y cómo las gallinas producen huevos de manera regular.
• Matemáticas y ciencias: Pueden estudiar conceptos matemáticos al contar huevos, calcular cuánta cuánta comida necesitan las gallinas y medir el espacio del gallinero. También pueden aprender sobre biología y ecología al observar el comportamiento de las gallinas y su relación con el entorno.
• Valores éticos: Cuidar de las gallinas puede ayudar a los niños-as a desarrollar empatía hacia los animales y comprender la importancia del respeto hacia ellos y ellas.

En general, un gallinero puede proporcionar una experiencia educativa integral, que abarca desde lecciones prácticas sobre la agricultura y la vida en la granja hasta valores éticos y una mayor conciencia sobre el medio ambiente.

Para ver parte de la experiencia, te dejamos con un video de hace unos pocos días.