Para poder mejorar es importante ser conscientes del punto de partida en el que os encontramos: de cuáles son nuestras fortalezas y aquellas áreas en las que tenemos margen de mejora.
En este punto, más allá de la percepción que cada uno-a podemos tener, resulta de utilidad que alguien con conocimiento y criterio nos aporte su punto de vista. Esta es la esencia del feedback, una herramienta fundamental en el desarrollo de nuestros alumnos y alumnas. Más aún en el caso de Bachillerato, teniendo en cuenta la presión con la que viven los alumnos-as esta etapa, ante los retos a los que les tocará hacer frente en un futuro muy próximo.
¿Por qué es tan vital esta comunicación bidireccional entre profesores y alumnos? Acompáñanos mientras exploramos cómo el feedback se convierte en la brújula que guía a nuestros jóvenes hacia la mejora continua y la excelencia académica.
La base de la comunicación efectiva: Imaginemos la educación como un viaje, y el feedback como el mapa que señala el camino. En el bachillerato, la comunicación entre profesores-as y alumnos-as no solo es esencial, es la clave. Establecer un diálogo abierto y respetuoso crea un ambiente propicio para el aprendizaje y la evolución constante.
Una herramienta transformadora: El feedback va más allá de simples palabras; es una herramienta poderosa que impulsa el desarrollo de competencias y fortalece nuestro sistema de evaluación. No se trata solo de decir lo que está bien o mal, sino de proporcionar una guía específica para el crecimiento personal y académico.
Feedback continuo: En nuestro compromiso con la mejora continua, cada alumno recibe feedback en tres momentos clave durante el curso, coincidiendo con las evaluaciones. Estos momentos no son solo puntos de control, sino oportunidades para la reflexión y la evolución. Al comienzo, el feedback se centra en identificar y potenciar los puntos fuertes de cada estudiante. Es el momento de establecer metas y crear una base sólida para el éxito académico. En la mitad del curso, evaluamos el progreso, celebramos los logros, pero también analizamos las áreas que necesitan atención. Este feedback intermedio permite a los alumnos realizar ajustes y seguir avanzando hacia la excelencia. Al finalizar el año, celebramos los logros obtenidos y reflexionamos sobre la experiencia. El feedback en este punto se centra en reconocer el esfuerzo, ofrecer perspectivas para el futuro y preparar a nuestros estudiantes para los desafíos venideros.
Feedback Personalizado: Cada estudiante es único, y el feedback se adapta a sus necesidades individuales. No es un enfoque estándar; es una guía personalizada que impulsa el crecimiento de manera significativa.
¿Cómo podemos contribuir desde casa? Apoyar este proceso en casa es fundamental. Fomentar la apertura al diálogo sobre el feedback, celebrar sus éxitos y ofrecer orientación en las áreas de mejora.