Lauaxeta Ikastola no se encuentra en un centro urbano, sino en lo alto de una colina entre Amorebieta y Durango. Para algunos podría resultar una desventaja, pero es precisamente su ubicación lo que hace posible que los alumnos-as disfruten de una amplitud de espacios, zonas verdes y vistas del entorno maravillosas, con el parque natural de Urkiola a un lado y Urdaibai al otro. Si a eso sumamos que más allá del disfrute, los estudios revelan la relación entre el aprendizaje y el contacto con la naturaleza y su uso como un recurso precisamente para el aprendizaje, podemos concluir que es una suerte que no nos encontremos ubicados en pleno centro urbano, ¿no es así?
“Los niños-as deben empezar a aprender en la naturaleza, no encerrados entre cuatro paredes. Para ellos-as, la naturaleza supone un gran parque de atracciones, una fuente de salud y un aula de aprendizaje.” Esta es la conclusión que se extrae del exhaustivo análisis elaborado por Ming Kuo, profesora asociada del Departamento de Recursos Naturales y Ciencias del Medio Ambiente de la Universidad de Illinois.
A lo largo del año son múltiples los proyectos en los que los alumnos-as tienen contacto directo con la naturaleza: el huerto escolar, Lumalai o el gallinero ecológico, Aintzira o nuestro pequeño lago, … y como estamos ubicados en plena naturaleza, cuando el tiempo lo permite salimos fuera para experimentar un arcoíris, la nieve o para simplemente valernos de la energía extra que da el poder salir al exterior un trabajo que los alumnos-as están desarrollando.
Si aún quieres profundizar en otros beneficios del contacto de la naturaleza, puedes hacerlo en este enlace al estudio de la Universidad de Illinois.